POR QUÉ HAY QUE ABONAR
Todos comemos cada día. El alimento es imprescindible para la vida.
Las plantas se alimentan de las sales nutritivas que extraen del suelo. Los bonsáis, como viven en macetas pequeñas, pueden llegar a consumir todos los nutrientes que hay en la tierra.
Hemos de ir reponiendo mediante el abonado los elementos que consume la planta.
CUÁNDO HAY QUE ABONAR
Hay que abonar sobre todo en los momentos de fuerte crecimiento de la planta, es decir en primavera y a finales de verano.
Para evitar crecimientos desmesurados, a diferencia de otros cultivos, es mejor abonar los bonsáis más en otoño (final de verano) que durante la primavera.
CÓMO HAY QUE ABONAR
Hay que abonar la planta sin sobresaltos.
Es mucho mejor abonar en pequeñas cantidades pero frecuentemente, que hacerlo en exceso y de tarde en tarde.
No hay que esperar, que el árbol llegue a verse débil y amarillento para volver a abonar.
CUÁLES SON LOS MEJORES ABONOS
Hay dos tipos diferentes de abono para los bonsái: los abonos líquidos y los sólidos. Abono líquido: El abono líquido se disuelve en el agua de riego, o se aplica con el agua de vaporización por encima de las hojas. Ventajas del abono líquido. Es rápido y limpio, no produce olores desagradables y es fácil de aplicar.
Precauciones en el uso del abono líquido. NO SOBREPASAR NUNCA LAS DOSIS INDICADAS.
Abono sólido: el abono sólido se dispone encima de la tierra de la maceta, de manera uniforme, evitando que esté en contacto directo con el tronco de los árboles.
Ventajas del abono sólido: es de larga duración, no quema las plantas y mejora mucho la tierra de los bonsáis.
CUÁNDO NO HAY QUE ABONAR
No abonaremos en invierno, ni durante los períodos de calor extremo del verano.
Al igual que nosotros, que cuando enfermamos vamos al médico, y no pretendemos curarnos a base de comer más, no hay que pretender recuperar a los bonsáis enfermos a base de abonarlos.
Primero hay que ver cuál es la causa de la enfermedad y aplicarle el tratamiento adecuado. El abonado lo pospondremos para cuando la planta empiece a reponerse.
Por el mismo motivo no abonaremos tampoco los bonsáis recién trasplantados o los que se han secado por descuido.
Todos comemos cada día. El alimento es imprescindible para la vida.
Las plantas se alimentan de las sales nutritivas que extraen del suelo. Los bonsáis, como viven en macetas pequeñas, pueden llegar a consumir todos los nutrientes que hay en la tierra.
Hemos de ir reponiendo mediante el abonado los elementos que consume la planta.
CUÁNDO HAY QUE ABONAR
Hay que abonar sobre todo en los momentos de fuerte crecimiento de la planta, es decir en primavera y a finales de verano.
Para evitar crecimientos desmesurados, a diferencia de otros cultivos, es mejor abonar los bonsáis más en otoño (final de verano) que durante la primavera.
CÓMO HAY QUE ABONAR
Hay que abonar la planta sin sobresaltos.
Es mucho mejor abonar en pequeñas cantidades pero frecuentemente, que hacerlo en exceso y de tarde en tarde.
No hay que esperar, que el árbol llegue a verse débil y amarillento para volver a abonar.
CUÁLES SON LOS MEJORES ABONOS
Hay dos tipos diferentes de abono para los bonsái: los abonos líquidos y los sólidos. Abono líquido: El abono líquido se disuelve en el agua de riego, o se aplica con el agua de vaporización por encima de las hojas. Ventajas del abono líquido. Es rápido y limpio, no produce olores desagradables y es fácil de aplicar.
Precauciones en el uso del abono líquido. NO SOBREPASAR NUNCA LAS DOSIS INDICADAS.
Abono sólido: el abono sólido se dispone encima de la tierra de la maceta, de manera uniforme, evitando que esté en contacto directo con el tronco de los árboles.
Ventajas del abono sólido: es de larga duración, no quema las plantas y mejora mucho la tierra de los bonsáis.
CUÁNDO NO HAY QUE ABONAR
No abonaremos en invierno, ni durante los períodos de calor extremo del verano.
Al igual que nosotros, que cuando enfermamos vamos al médico, y no pretendemos curarnos a base de comer más, no hay que pretender recuperar a los bonsáis enfermos a base de abonarlos.
Primero hay que ver cuál es la causa de la enfermedad y aplicarle el tratamiento adecuado. El abonado lo pospondremos para cuando la planta empiece a reponerse.
Por el mismo motivo no abonaremos tampoco los bonsáis recién trasplantados o los que se han secado por descuido.