¿CUAL ES LA CLAVE DEL EXITO?
La principal clave de éxito para el cultivo del bonsái en el interior es la elección de especies de origen tropical y subtropical.
LA UBICACIÓN.
El emplazamiento es otro punto fundamental, pues el bonsái deberá estar situado cerca de una ventana bien iluminada con por lo menos dos horas de sol al día.
Es importante situarlo a una distancia razonable, aproximadamente de unos 50 cm. , para evitar el efecto lupa que muchas veces se produce cuando el bonsái está demasiado cerca del cristal y expuesto al sol durante las horas más calurosas del día, como resultado de esta situación nuestro árbol podría sufrir quemaduras en sus hojas.
CRECIMIENTO ORDENADO.
Deberemos girar el bonsái cada 15 días, para que su crecimiento se produzca uniformemente en todas las direcciones y no se presente de forma desordenada, esta es una característica de plantas que crecen en una sola dirección en busca de la luz.
EL RIEGO.
El riego es otro punto clave para el buen desarrollo de nuestro árbol, pues el agua en dosis correctas es fundamental para tener un bonsái sano y con un crecimiento vigoroso.
No existe una receta exacta para el riego, puesto que en la cantidad de agua y la frecuencia del riego influyen una variedad de factores como pueden ser el tamaño del bonsái, la especie, el tamaño de la maceta, el sustrato, el local donde se encuentra, la época del año y las horas de sol que recibe. Como regla general el mas importante a tener en cuenta es que se deberá regar a fondo, hasta que el agua salga por los orificios de drenaje de la maceta y volver a regar solamente cuando la superficie de la tierra empiece a secarse nuevamente.
De esta forma garantizamos que las raíces reciben el agua en toda su extensión y que no permanecerán siempre empapadas.
Para efectuar el riego es importante utilizar una regadera con una piña de agujeros finos ya que es necesario regar con suavidad sin remover el sustrato de la maceta.
Normalmente se hace un primero riego ligero para humedecer la superficie del suelo, se espera unos minutos y después se realiza el riego a fondo.
Deberemos evitar el uso constante de un plato o bandeja con agua debajo de la maceta, pues las raíces en contacto directo con el agua durante demasiado tiempo podrían podrirse.
La necesidad del riego se puede notar fácilmente tocando la superficie del suelo con los dedos, o apenas observando el cambio de color de la tierra que empieza a secarse.
TEMPERATURA CONSTANTE.
Mantener los bonsái lejos de fuentes de calor y frío, como por ejemplo los aparatos de aire condicionado y calefacción, es imprescindible para un buen desarrollo de nuestros árboles en el interior de nuestra vivienda.
Es importante recordar que el mejor sitio siempre será aquello que caracterice un ambiente ventilado y con una buena iluminación.
PULVERIZACION.
Los ambientes internos suelen ser demasiados secos, por lo tanto utilizar un pulverizador para rociar las hojas de los árboles es importante, no solo para limpiar el polvo, también para proporcionar la humedad necesaria para un desarrollo sano de nuestros bonsáis. La pulverización no substituye el riego.
MICROCLIMA.
Otra manera de mejorar la humedad del ambiente es emplazar el bonsái sobre una bandeja plana, con proporciones mayores que las de la maceta, rellena con grava volcánica y con agua en el fondo. La maceta se apoya sobre la grava sin tocar el agua para evitar la posibilidad de que las raíces se pudran. De esta manera con la evaporación del agua de la bandeja creamos un microclima más húmedo que beneficiará el desarrollo de nuestro bonsái.
La principal clave de éxito para el cultivo del bonsái en el interior es la elección de especies de origen tropical y subtropical.
LA UBICACIÓN.
El emplazamiento es otro punto fundamental, pues el bonsái deberá estar situado cerca de una ventana bien iluminada con por lo menos dos horas de sol al día.
Es importante situarlo a una distancia razonable, aproximadamente de unos 50 cm. , para evitar el efecto lupa que muchas veces se produce cuando el bonsái está demasiado cerca del cristal y expuesto al sol durante las horas más calurosas del día, como resultado de esta situación nuestro árbol podría sufrir quemaduras en sus hojas.
CRECIMIENTO ORDENADO.
Deberemos girar el bonsái cada 15 días, para que su crecimiento se produzca uniformemente en todas las direcciones y no se presente de forma desordenada, esta es una característica de plantas que crecen en una sola dirección en busca de la luz.
EL RIEGO.
El riego es otro punto clave para el buen desarrollo de nuestro árbol, pues el agua en dosis correctas es fundamental para tener un bonsái sano y con un crecimiento vigoroso.
No existe una receta exacta para el riego, puesto que en la cantidad de agua y la frecuencia del riego influyen una variedad de factores como pueden ser el tamaño del bonsái, la especie, el tamaño de la maceta, el sustrato, el local donde se encuentra, la época del año y las horas de sol que recibe. Como regla general el mas importante a tener en cuenta es que se deberá regar a fondo, hasta que el agua salga por los orificios de drenaje de la maceta y volver a regar solamente cuando la superficie de la tierra empiece a secarse nuevamente.
De esta forma garantizamos que las raíces reciben el agua en toda su extensión y que no permanecerán siempre empapadas.
Para efectuar el riego es importante utilizar una regadera con una piña de agujeros finos ya que es necesario regar con suavidad sin remover el sustrato de la maceta.
Normalmente se hace un primero riego ligero para humedecer la superficie del suelo, se espera unos minutos y después se realiza el riego a fondo.
Deberemos evitar el uso constante de un plato o bandeja con agua debajo de la maceta, pues las raíces en contacto directo con el agua durante demasiado tiempo podrían podrirse.
La necesidad del riego se puede notar fácilmente tocando la superficie del suelo con los dedos, o apenas observando el cambio de color de la tierra que empieza a secarse.
TEMPERATURA CONSTANTE.
Mantener los bonsái lejos de fuentes de calor y frío, como por ejemplo los aparatos de aire condicionado y calefacción, es imprescindible para un buen desarrollo de nuestros árboles en el interior de nuestra vivienda.
Es importante recordar que el mejor sitio siempre será aquello que caracterice un ambiente ventilado y con una buena iluminación.
PULVERIZACION.
Los ambientes internos suelen ser demasiados secos, por lo tanto utilizar un pulverizador para rociar las hojas de los árboles es importante, no solo para limpiar el polvo, también para proporcionar la humedad necesaria para un desarrollo sano de nuestros bonsáis. La pulverización no substituye el riego.
MICROCLIMA.
Otra manera de mejorar la humedad del ambiente es emplazar el bonsái sobre una bandeja plana, con proporciones mayores que las de la maceta, rellena con grava volcánica y con agua en el fondo. La maceta se apoya sobre la grava sin tocar el agua para evitar la posibilidad de que las raíces se pudran. De esta manera con la evaporación del agua de la bandeja creamos un microclima más húmedo que beneficiará el desarrollo de nuestro bonsái.